Estimados amigos míos, hace tiempo que no escribía en este blog.
Siento mucho haber estado ausente durante tanto tiempo. Han llegado cambios muy importantes in mi vida (por dentro, por supuesto), que me han pedido recogerme un poco dentro de mí, antes de volver a estar de nuevo con todos vosotros.
Este proyecto fue el inicio de lo que hoy quiero desarrollar. He hablado y disfrutado con el amor en estas páginas. Ahora quiero ayudaros a vivir el amor mucho más profunda e intensamente.
Quiero que aprendáis a saber cómo alcanzarlo, cómo vivirlo, cómo sentirlo, y cómo dar a vuestra vida una gran calidad a cada momento.
Una nueva etapa ha comenzado dentro de mí, y me siento agradecido de estar aquí para poder aportaros más. No sé por cuánto tiempo, pero tampoco importa.
Lo más importante es mi deseo de que vivas y disfrutes este preciso y precioso momento.
Podéis volver a estar conectados conmigo a través de ni muevo rincón: http://www.poderdelahora.com
Un abrazo, os quiero,
Óscar
Evolución al más allá
Una invitación a la reflexión y la búsqueda de la felicidad
domingo, 18 de diciembre de 2011
miércoles, 6 de enero de 2010
Somos tantos y tan únicos
Una simple mirada a una niña saltando en un hinchable gigante me ha hecho comprender lo especial que es, no sólo para sus padres, sino para el mundo entero.
Una niña entre tantos otros es algo tan sublimemente sutil, que me llevó a disfrutar una gran emoción interior.
Palpar en un instante todos los detalles de su esencia, y su lugar en el mundo, para posteriormente sentir una profunda gratitud hacia la vida.
Cuanto más pienso en lo importante que es cada persona, más deseo tengo de poder estar cerca de todos ellos, y es entonces cuando me siento tan pequeño...
Como dijo una gran mujer un día, que además ha influido en mi educación, "el mundo es pequeño para mis deseos".
martes, 5 de enero de 2010
Algo más que una película...
Apenas puedo pensar claramente... demasiados sentimientos abrumadores alrededor de este homenaje a la vida...
La película misma lo dice todo... espero que nadie la deje escapar...
Su título... Siete Almas
sábado, 2 de enero de 2010
Una forma inesperada de amar en el mundo
En primer lugar, Feliz 2010 a todos!!
Dentro de una semana hará que comencé con este blog! No ha sido una gran obra maestra, pero estoy feliz de haber aportado buenas emociones a algunas personas.
Espero que este año pueda seguir cultivando este espacio, dentro del atareado mundo en el que vivo!
Cuando comencé este blog, pretendía hablar sobre una forma de pensar, una forma de ser, y de vivir. Creo que durante estos meses ya he tocado un poco varios temas que pueden ayudar a encontrar la felicidad personal. A partir de ahora intentaré ser un poco más práctico e ir concretando experiencias de mi vida que puedan ayudar a completar la lección.
Mi primera lección es la correspondiente al título de este post: "Una forma inesperada de amar en el mundo".
La he aprendido hace unas pocas horas, como consecuencia de un regalo que me ha hecho una amiga muy especial: un osito de peluche.
¿En qué consiste esta forma inesperada de amar? Es muy simple. Tenéis que elegir una mascota, peluche, o algo que os permita transmitir cariño, emociones y pensamientos positivos.
El ejercicio consiste en pensar que este peluche (pongo como ejemplo mi caso) es el reflejo del mundo entero que nos rodea. A partir de esta simple premisa, tenemos que aprender a apreciarle de la forma que desearíamos hacerlo con el resto de personas, seres y esencia de nuestro entorno.
El beneficio del ejercicio radica en que debemos desarrollar una forma de ver la vida global, y nuestro amor por el prójimo debe ser aplicable al mundo entero, sin distinciones. Cada persona, cada animal, o parte de la naturaleza, lleva en su interior la misma esencia que nuestra mascota o peluche, y debemos valorarlos y cuidarlos como tales.
Por otro lado, pese a que dar cariño a un peluche no tenga ningún efecto sobre nuestro entorno (aparentemente), en realidad entrenamos a nuestro espíritu para encontrarse en un estado positivo de amor/aprecio.
Recuerdo lo que algún otro día ya he comentado (y añado algunas cosas):
1 - Para nuestro cerebro es imposible encontrarse en un estado de sentimientos negativos (miedo, o derivados) siempre que estemos sintiendo amor/aprecio
2 - Somos seres de costumbres, y si conseguimos mantener nuestro pensamiento positivo favorecerá encontrarnos en ese estado cada vez más tiempo
3 - Nuestro organismo segrega sustancias y favorece procesos saludables cuando realizamos el ejercicio de amar o apreciar, al tiempo que nos libera de las emociones negativas, lo cual repercute muy positivamente en la salud tanto física como psíquica.
En conclusión, ejercitar nuestra forma de amar al mundo de una forma sencilla y constante puede tener grandes beneficios en nuestra vida.
Dentro de una semana hará que comencé con este blog! No ha sido una gran obra maestra, pero estoy feliz de haber aportado buenas emociones a algunas personas.
Espero que este año pueda seguir cultivando este espacio, dentro del atareado mundo en el que vivo!
Cuando comencé este blog, pretendía hablar sobre una forma de pensar, una forma de ser, y de vivir. Creo que durante estos meses ya he tocado un poco varios temas que pueden ayudar a encontrar la felicidad personal. A partir de ahora intentaré ser un poco más práctico e ir concretando experiencias de mi vida que puedan ayudar a completar la lección.
Mi primera lección es la correspondiente al título de este post: "Una forma inesperada de amar en el mundo".
La he aprendido hace unas pocas horas, como consecuencia de un regalo que me ha hecho una amiga muy especial: un osito de peluche.
¿En qué consiste esta forma inesperada de amar? Es muy simple. Tenéis que elegir una mascota, peluche, o algo que os permita transmitir cariño, emociones y pensamientos positivos.
El ejercicio consiste en pensar que este peluche (pongo como ejemplo mi caso) es el reflejo del mundo entero que nos rodea. A partir de esta simple premisa, tenemos que aprender a apreciarle de la forma que desearíamos hacerlo con el resto de personas, seres y esencia de nuestro entorno.
El beneficio del ejercicio radica en que debemos desarrollar una forma de ver la vida global, y nuestro amor por el prójimo debe ser aplicable al mundo entero, sin distinciones. Cada persona, cada animal, o parte de la naturaleza, lleva en su interior la misma esencia que nuestra mascota o peluche, y debemos valorarlos y cuidarlos como tales.
Por otro lado, pese a que dar cariño a un peluche no tenga ningún efecto sobre nuestro entorno (aparentemente), en realidad entrenamos a nuestro espíritu para encontrarse en un estado positivo de amor/aprecio.
Recuerdo lo que algún otro día ya he comentado (y añado algunas cosas):
1 - Para nuestro cerebro es imposible encontrarse en un estado de sentimientos negativos (miedo, o derivados) siempre que estemos sintiendo amor/aprecio
2 - Somos seres de costumbres, y si conseguimos mantener nuestro pensamiento positivo favorecerá encontrarnos en ese estado cada vez más tiempo
3 - Nuestro organismo segrega sustancias y favorece procesos saludables cuando realizamos el ejercicio de amar o apreciar, al tiempo que nos libera de las emociones negativas, lo cual repercute muy positivamente en la salud tanto física como psíquica.
En conclusión, ejercitar nuestra forma de amar al mundo de una forma sencilla y constante puede tener grandes beneficios en nuestra vida.
lunes, 14 de diciembre de 2009
La fortaleza del optimismo
Breves frases para hoy.
No pretendamos sentir una emoción de alegría constantemente durante cada día... eso es imposible.
En ocasiones podremos sentirnos tristes, angustiados, desanimados, y otro sinfín más de emociones que nos desagradan. Esto no significa que estemos fracasando.
Recordemos nuestro camino... hacia dónde queremos llegar. Seamos optimistas por dentro, y sintámonos felices en un plano más interno. La verdadera felicidad no es una emoción pasajera, sino una fuerza oculta que refuerza nuestro poder personal y que es capaz de sacarnos a flote a través de cualquier situación.
El optimismo es una actitud, no una emoción. Aunque los tiempos sean difíciles, mantengamos una actitud positiva.
Y quien consiga llegar a dominar el arte de la felicidad, quizás se descubra transmitiendo frases y mensajes tan bellos (y enérgicos) como los que transmite Bea en su maravilloso Rincón del Relax
domingo, 29 de noviembre de 2009
Controlando nuestro miedo no existen fronteras
Siento no poder dedicar más tiempo a plasmar en este rincón todo lo que poco a poco voy aprendiendo.
Esta noche, voy a recomendaros el libro "Lo que sabe la gente feliz", escrito por Dr. Dan Baker y Cameron Stauth.
El eslogan que han colocado en el libro como resumen de lo que proponen: "Tomar las riendas del propio destino y vivir una vida plena y satisfactoria".
Recomiendo también que indaguéis sobre lo que es la psicología positiva. Quizás algún día tenga tiempo y conocimientos suficientes como para poder explicaros una buena introducción al tema.
Por ahora, lo único que puedo deciros, es que estáis muy probablemente atrapados sin saberlo. Atados por un miedo latente en vuestro interior, en vuestro más profundo ser, dentro de vuestros propios genes.
Este miedo ha sido desde tiempos inmemoriables el encargado de nuestra supervivencia. Este miedo, hoy día es una barrera para nuestro avance personal.
El miedo se muestra de muchas formas diferentes, como angustia, ansiedad, estrés, odio... y todas ellas intentan tapar su verdadera raíz, que es una mera emoción proteccionista que nos perjudica si no somos capaces de controlar.
¿Cómo controlar esta fuerza oculta? ¿Cómo controlar nuestros traumas pasados, malas experiencias, y toda clase de tormentos y agravios?
El amor (o más concretamente el aprecio), es la fuerza opuesta contra el miedo. E.l antídoto que produce hormonas positivas y saludables para el organismo. La llave para cambiar nuestra vida por dentro.
Investigaciones han demostrado que es físicamente imposible para nuestro organismo sentir miedo y aprecio simultáneamente, por lo que de aquí se deduce que el uno es el antídoto contra el otro.
Olvidaos del miedo que surge por nuestra hipotética falta de dinero. Cualquiera de los que estamos leyendo estas líneas tenemos suficiente dinero como para comer y vivir una vida digna, pese a que algunos tuviéramos que andar una temporada sin ordenador por temas económicos.
¿Vale la pena estar tan agobiados por el dinero? ¿Por una posición social? ¿Por irnos de vacaciones a lugares caros? ¿Nos da la felicidad comprarnos cosas más caras?
En absoluto.
La felicidad reside en ser nosotros mismos, en aprender a amar a los demás, en la humildad, en el perdón... la felicidad está en nuestro interior esperando a salir.
Recordad que el miedo siempre surgirá dentro de nosotros, pero es nuestra capacidad de razonar y nuestro espíritu quienes pueden controlarlo y dejarlo a un lado.
No dejéis que el miedo os domine, y seréis dueños de vuestra vida. Aprended que en la vida hay cosas más importantes que el poder o el dinero. Sabed que todos podemos tener buena o mala suerte, pero que de cada caída llega una nueva lección, y es así como verdaderamente aprendemos.
Si queréis sentiros mejor, ser mejores, y acercaros a una vida más plena, dejad de centraros en vuestras debilidades o peores recuerdos, que probablemente sean imposibles de erradicar. Aceptadlos, y fortaleced vuestras mayores virtudes, que serán las que os hagan ver que la vida vale la pena, y que todos tenemos enormes dosis de energía, alegría y amor para dar.
La vida es bella.
Os deseo toda la suerte del mundo para que aprendáis la lección (leed el libro),
con aprecio,
Jesús
martes, 10 de noviembre de 2009
La exquisitez de sentir energías positivas
Es curioso cómo sin darnos cuenta andamos de un lugar a otro con una predisposición determinada. Llevamos un ritmo casi eufórico de actividad, o quizás vivimos relajadamente, sin apreciar la sutileza de los pequeños detalles.
Cuando hablo de pequeños detalles, en realidad me estoy refiriendo a minúsculos detalles, tan sutiles como la suavidad de una frase alentadora, o el gesto de una acción conciliadora.
No es cuestión de tener siete sentidos, ni ser superhéroes, o algo por el estilo.
La forma de disfrutar de las vibraciones positivas es tan sencilla como simplemente desearlo. Desearlo ardientemente, y estar predispuesto en cada instante a recibir la armonía de nuestro alrededor, o quizás aportar un poco más de paz o amor a nuestro entorno.
Todo se traduce en conocernos a nosotros mismos, entender nuestro entorno, y tratar de sentirnos parte de la vida misma. Si conseguimos la unión entre nuestro espíritu y armonizar con la vida, podremos despertar los sentidos de las exquisitas sutilezas dispuestas a deleitarnos en cada momento.
Hay quien se vuelve loco tratando de analizar la vida, cuando no se da cuenta que la vida forma parte de él mismo, y que es tan compleja como sencilla.
Si tuviera la potestad de hablar sobre la Verdad, me arriesgaría a decir que la vida es esencialmente tan bella como sencilla en su comprensión. Desarrollar una íntegra vida interior es difícil por los factores de nuestro entorno, y especialmente por el miedo natural a defendernos de lo que nos rodea. Un miedo intrínseco a nuestra naturaleza animal que años atrás nos ayudó a sobrevivir, pero que hoy ha quedado obsoleto.
La vida es bella, la vida está llena pequeñas maravillas en cada rincón que nos recuerdan hacia dónde tiende nuestro ser, y hacia dónde deseamos caminar. La vida es tan sutil que sin la existencia del silencio interior jamás podremos disfrutarla.
Entender la vida, es entenderse a uno mismo, entender nuestra esencia humana, con nuestras virtudes, fortalezas, limitaciones, y aceptarnos tal y como somos, y vivir lo que vivimos, pues es el regalo que nos da la naturaleza.
Habrá días mejores, y días menos buenos, pero cada uno de ellos forma parte de nosotros, porque nosotros formamos parte de la vida.
Nosotros somos la vida, y sentirnos parte de ella nos puede llevar a la inmensidad de la felicidad.
Cuando hablo de pequeños detalles, en realidad me estoy refiriendo a minúsculos detalles, tan sutiles como la suavidad de una frase alentadora, o el gesto de una acción conciliadora.
No es cuestión de tener siete sentidos, ni ser superhéroes, o algo por el estilo.
La forma de disfrutar de las vibraciones positivas es tan sencilla como simplemente desearlo. Desearlo ardientemente, y estar predispuesto en cada instante a recibir la armonía de nuestro alrededor, o quizás aportar un poco más de paz o amor a nuestro entorno.
Todo se traduce en conocernos a nosotros mismos, entender nuestro entorno, y tratar de sentirnos parte de la vida misma. Si conseguimos la unión entre nuestro espíritu y armonizar con la vida, podremos despertar los sentidos de las exquisitas sutilezas dispuestas a deleitarnos en cada momento.
Hay quien se vuelve loco tratando de analizar la vida, cuando no se da cuenta que la vida forma parte de él mismo, y que es tan compleja como sencilla.
Si tuviera la potestad de hablar sobre la Verdad, me arriesgaría a decir que la vida es esencialmente tan bella como sencilla en su comprensión. Desarrollar una íntegra vida interior es difícil por los factores de nuestro entorno, y especialmente por el miedo natural a defendernos de lo que nos rodea. Un miedo intrínseco a nuestra naturaleza animal que años atrás nos ayudó a sobrevivir, pero que hoy ha quedado obsoleto.
La vida es bella, la vida está llena pequeñas maravillas en cada rincón que nos recuerdan hacia dónde tiende nuestro ser, y hacia dónde deseamos caminar. La vida es tan sutil que sin la existencia del silencio interior jamás podremos disfrutarla.
Entender la vida, es entenderse a uno mismo, entender nuestra esencia humana, con nuestras virtudes, fortalezas, limitaciones, y aceptarnos tal y como somos, y vivir lo que vivimos, pues es el regalo que nos da la naturaleza.
Habrá días mejores, y días menos buenos, pero cada uno de ellos forma parte de nosotros, porque nosotros formamos parte de la vida.
Nosotros somos la vida, y sentirnos parte de ella nos puede llevar a la inmensidad de la felicidad.
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