Escuchad la voz del amor

¿Quiénes pueden escuchar y entender el verdadero amor y sentido de la vida? Los que no tienen prejuicios, los que tienen un corazón sencillo.

Hay hombres que han sobresalido por sus grandes discursos. Sin duda, hombres formados y con excelentes capacidades para la oratoria. Sin embargo, el mensaje más importante, el que trajo el Gran Maestro del Amor, no se construyó utilizando un vocabulario y unas estructuras gramaticales prodigiosas, sino con palabras sencillas: tierra, semillas, pájaros, sol...

El Gran Maestro del Amor utilizó las parábolas para explicar los grandes contenidos de su predicación. De esta manera no excluía a nadie, porque todos podían entenderle. ¿Todos? Bueno, sólo aquellos que tuvieran oídos para escucharle.

¿Quiénes pueden escuchar y entender a un Maestro? Principalmente los que no tienen prejuicios, los que tienen un corazón sencillo, los que permiten que la voz interior más pura les hable en lo más profundo del alma.

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Este texto lo he extraído del diario de un buen amigo. Me ha parecido un mensaje tan simple como bello, y me gustaría que no quede únicamente guardado en su blog, por lo que aquí os lo transmito, contado a mi manera.

Pese a que acortar el relato me ha resultado una verdadera lástima, aquí os dejo el enlace para que podáis leer y aprender todo lo posible de él: Enlace al texto completo


Comprobaréis que he hecho incapié en los términos relativos al amor, para que queden lo más claros posibles, y estén abiertos a todo el mundo, manteniendo su sentido en todo lo posible. Siempre me ha encantado comparar a Jesús con el amor, y valorar lo que nos transmite como un mensaje de amor.

Siempre admiraré a una persona capaz de morir por los demás por amor. No hablamos de un deber moral, ni de una obligación, sino un sacrificio que dio ejemplo como para mejorar la vida de toda una humanidad.

Siempre querré ser como él.

(Gracias Miki por aportar un grano de amor a mi blog... y a mi vida)