martes, 3 de noviembre de 2009

El desconcierto del vacío

¿Cómo es posible formar un proyecto de futuro sin estar seguro de tener el pilar necesario en su lugar?

Día tras día, me pregunto a mí mismo sobre las acciones que dirigen mi vida.
Día tras día, me doy cuenta de que mis ojos atisban un rumbo tan definido como abstracto.
Día tras día, observo que mi vida va forjando poco a poco cada uno de los pilares que me mantendrán en el devenir del mañana.

A día de hoy, siento dentro algunas certezas que forman el primer pilar en mi interior. Puedo verme a través de mis propias acciones, dudas, experiencias y responsabilidades.

Para dar un paso más allá, es necesario poder asentir "así es como este pilar debe ser". Hasta que no lo vemos así, cualquier intento de crear una estructura mayor puede esfumarse de un suspiro.
¿Qué deseo de mi vida profesional?
¿Cómo veo mi vida personal?
¿Qué clase de pareja necesito?
¿Qué clase de familia deseo tener?
¿Deseo formar una familia?
...

Por lo pronto, no con poco esfuerzo y muchas energías, he comprendido uno de los objetivos que persigo en mi vida. Siento no poder explicarlo, pero está ahí. Es un horizonte, vislumbrado al fondo del mapa.

Tristemente, este horizonte sólo es un concepto... una idea... una de las tantas partes que conforman mi futuro (o que me gustaría poder tener).

Y por ello, tras la certidumbre en algunos aspectos, me doy cuenta de la incertidumbre que me invaden tantos otros.

¿Debemos construir más pisos sobre nuestros débiles pilares a través de la incertudumbre?
¿Debemos saber esperar, y seguir forjando tantos pilares como sean suficientes antes de seguir arriesgando más?
¿Tiene sentido arriesgar, o es preferible avanzar por el camino adecuado pero más lentamente?

Pese a no conocer la respuesta exacta de ninguna pregunta que hoy he formulado, sé que el camino más rápido, certero y profundo para llegar a la sabiduría, es saber replantearse cualquier tipo de realidad, y arriesgar en los planteamientos, para enfrentarnos a sus resultados.

Sé que soy una persona muy lanzada, y sin embargo no sé en qué puntos es preferible no lanzarse, ni estoy seguro de qué forma es mantener el límite en algunas situaciones.

Os invito a reflexionar sobre vuestra vida, vuestros actuales "pilares", y lo primero y antes de todo... si algún pilar es otra cosa que no sea una parte de vosotros (por ejemplo, otra persona), plantearos si verdaderamente debe ser un pilar, o estáis poniendo demasiada carne en el asador.

¿Qué espera la vida de mí?
¿Cómo debo prepararme para recibir dicha respuesta?
¿Quién soy yo de veras?

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