viernes, 9 de enero de 2009

El Comienzo

No estoy seguro cómo de grandes o pequeños serán mis avances escritos. Quizás escriba una vez al año y los avances sean transcendentales, o quizás se conviertan en pequeños detalles del día a día que mejoren el resultado final (de mi vida, o de las vidas de mi entorno).

Por ahora, vamos a retomar lecciones aprendidas que me gustaría resumir antes de comenzar con mi primer avance…

¿Cómo comenzó todo?

Todo viene de algún punto y momento desconocido en mi vida. ¿Cuándo sentí que iba a emprender este camino de avances en mi vida?

No fue el día que decidí hacerme empresario con Héctor. Tampoco fue el día que vine de Finlandia, o el día que me fui allí dos años antes para hacer una nueva vida.

Ni siquiera fue cuando me enamoré en mi adolescencia, ni tan siquiera cuando empecé a sacar buenas notas en 1º de E.S.O.

Los primeros pensamientos que recuerdo en los que deseaba “llegar más allá”, se remontan a mi infancia. A cuando era aún pequeño, y mis obligaciones no superaban en mucho a tener ordenada mi habitación (tarea que aún suelo tener pendiente).

Recuerdo cómo cuidaba mis juguetes frente a unos amigos que tendían a rompérmelos, y recuerdo cómo mis padres me hacían responsable de mi hermana (que tiene un año menos que yo), de mi primo (con dos menos), y de mis otros estropiciosos amigos (con 2, 3 y no sé cuántos menos).

En realidad, era sólo un crío que podía hacer cualquier clase de travesura por mi corta edad, pero por dentro, había una capacidad enorme de responsabilidad. Yo sabía que mis padres depositaban confianza en mí como para mantener a todos en armonía. Supongo que unas veces se darían cuenta de ese hecho, y otras no.

Es grato conocer anécdotas que corroboran esos pensamientos que siempre he llevado dentro. Anecdóticamente, puedo mencionar un día de mi infancia, con quizás unos 5 ó 6 años, en los que eché la bronca a mis amigos porque habían desordenado y roto varias cosas en casa.

Sus padres no se atrevieron a decirles nada, “porque eran niños”, y sin embargo, un niño de dos años más, había sabido poner las cosas en su sitio y sincerarse de una forma que llegó a sonrojar a mis propios padres de lo bien que había hablado.

En conclusión, partiendo que desde siempre algo ha estado ahondado en mí, tengo que reconocer que mi alma de emprendedor, de desear cambiar las cosas, y de mejorar el mundo, siempre ha estado ahí.
Siempre he tenido ilusiones que muchas personas no han compartido por lo que he hecho con mi vida, y la forma en la que la estoy viviendo.

¿Y cómo fue mi vida hasta que comenzaron a sucederse con más rapidez esta serie de avances a los que pretendo llegar…?


Meditación

Quizás es la meditación la que me ha permitido ser yo mismo, y recordar todos aquellos momentos que de alguna forma congelaba en mi vida.

A través de la meditación me armonicé conmigo mismo, con mi alrededor, y con la naturaleza entera.

Recuerdo muchas ocasiones en las que me marché a meditar sobre mí y sobre mi vida. También recuerdo momentos en los que logré sentirme una persona muchísimo más viva y con muchísimas más capacidades, a través de la meditación, porque sabía cómo enfocar mis energías y pensamientos (mis ilusiones).


El Amor

Siempre me ha gustado pensar sobre la vida, y siempre me ha gustado pensar sobre el amor (y ponerlo en práctica todo lo posible).

El amor hacia lo que me rodea ha sido la base de la felicidad que siempre he llevado conmigo.

La forma en que he tratado a mis personas cercanas ha sido diferente a lo que la gente suele ser capaz de dar, y he de reconocer que ha dado grandes frutos (aunque en ocasiones me haya llevado también a grandes errores, como sucede normalmente en algún momento de la vida, da igual cuánto te esfuerces).

Siempre me gustó ver el amor desde su perspectiva integral, y no como un síntoma de enamoramiento. Siempre leí sobre el amor, aprendí sobre él, y me dejé llevar entregándome a las personas cercanas con cariño y alegría. Sin embargo, mi forma de entregarme siempre fue diferente a la habitual. Para mí, dar lo mejor de mí no es pasar todo el tiempo del mundo con el prójimo, sino quererle bien, y tratarle como a mí me gustaría ser tratado.

El amor sigue siendo una meta que hay que seguir perfeccionando constantemente, y aprender a amar de verdad ofrece un sin fin de gratitudes que sólo disfrutan las personas que lo logran aprender y poner en práctica.


"Conócete a ti mismo"

Ésta es una frase que me llegó hasta dentro cuando la escuché en la película de Matrix. Quizás porque de la misma forma, me identifiqué de alguna forma con Neo (de la misma forma que me identifiqué con William Wallace en Braveheart, o con cualquiera de los héroes épicos que son capaces de cambiar el mundo a través de su valor y de sus principios.

Ésta frase siempre ha estado frente a mí dándome un mensaje muy importante… “conócete a ti mismo”.

Siempre me estoy preguntando “¿qué clase de persona soy?”, “¿seré de alguna forma especial?”, “¿cuáles son mis metas y mis objetivos en la vida?”.

La importancia de dar respuesta a esta frase radica en que cada persona debe ofrecer de sí lo que es capaz de dar. Si Neo es capaz de volar, nunca se podría haber conformado con dar triples saltos mortales.

Mi pregunta siempre ha sido… “¿seré capaz de volar?”. Es la pregunta que me hacía cuando veía Hitman, los Power Rangers y superman, … y es la pregunta que aún me hago.

Una misma frase, pero un nuevo sentido (cada vez más emocionante) según avanza mi vida.

¿Cuál es la conclusión de todo esto? Quizás que ya intuyamos todos cuál va a ser “nuestra misión” desde pequeños, y al final lo que nos quede sea desarrollar lo más posible esa idea que desde siempre nos ha rondado en la cabeza.

En general, puedo decir que siempre ha habido algo dentro de mí que me ha marcado como persona desde siempre.

Nunca ha habido un punto de ruptura en mi vida, y desde muy pequeño fui consciente de cuáles eran mis obligaciones en la vida, y de cómo debía seguir enfocándola. El único hito que tengo marcado en mi vida para demostrarlo, es cuando me puse las pilas a estudiar en 1º de la E.S.O., aunque recuerdo cómo antes de aquel curso pasaba ya noches en vela por no haber hecho la tarea, y viví experiencias que me obligaban a ser responsable.

¿Alguna experiencia a remarcar?

Durante unos meses, probablemente el curso anterior a 1º de la E.S.O., como he comentado, empezaba a pasar noches angustiosas, simplemente porque me iba con los ejercicios sin hacer.
Cada vez me sentía peor por no hacerlos, y pese a no poder dormir, mi voluntad no era aún lo suficientemente fuerte como para levantarme a hacerlos rápidamente, para dormir felizmente.

En una ocasión, llegó un examen que apenas había tocado. Me sentía muy mal por no haberlo estudiado. Esto fue en unos días cercanos a Navidad.

Resulta que la noche anterior al examen, estaba en la cama arrepintiéndome por no haber estudiado. Yo comencé a suplicar a Dios, a Jesús, o a quien fuera, que por favor quitara ese examen y me diera otra oportunidad para estudiarlo (aquellos exámenes no requerían mucho tiempo de estudio).

Y así, al día siguiente, cuando estábamos esperando entrar al profesor con los exámenes, resulta que entró diciendo que el examen se aplazaba, porque tocaba hacer figuras de navidad con plastilina!

No podía creerlo. Algo así estoy seguro que no pasa muy frecuentemente. Un examen no se cambia para hacer figuras de plastilina, salvo que alguien muy generoso en algún sitio dé un pequeño empujoncito para que se cambie.

El resultado de aquel examen no lo recuerdo, pero sí que recuerdo que tampoco fui capaz de estudiar tal y como había prometido a quien me cambiara el examen de día. No obstante, tras ese fracaso interno, en mi cabeza se quedó apuntado que alguien me había hecho ese favor, y como todos los de buen corazón sabemos, siempre es un gran placer devolver los favores tantas veces como sea posible.


Y tras esta pequeña anécdota, finalmente deseo decir que hoy el enfoque consiste en buscar nuevos enfoques, y nuevas formas de ser, que mejoren mi entorno y mi propia vida, para el beneficio, placer y armonía de todos. Y sobre todo, para su felicidad.

3 comentarios:

  1. Me gusta tu manera de ver las cosas... pero no siempre las cosas tienen un enfoque positivo como pra resultarnos satisfactorio del todo...

    Te seguire leyendo ;)
    Un beso

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  2. Para cualquier persona que lo desee, siempre se puede sacar un enfoque positivo. Sólo hay que aprender a desprenderse de las emociones y energías negativas, sea como sea. Ahí está el verdadero reto.

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  3. Por cierto, es un honor escribir para que sigas leyendo ;)

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