
Acababa de ver la película de “El último Samurai”. Era última hora de la noche, y en realidad ya estaba amaneciendo (en verano hay muy poca noche).
Esta película siempre me ayuda a conciliar mi paz espiritual. Digamos que existe algo muy íntimo que comparto con el protagonista.
Al acabar de ver la película, sentí la necesidad extrema de meditar sobre mi vida, así que decidí salir a la calle y marchar hasta una pequeña playa cercana.
El camino fue curioso. Yo sentía que necesitaba reflexionar, y sin embargo, lo mismo que una parte me decía que lo hiciera, otra fuerza oculta intentaba evitarlo.
Según mar

Graciosamente, el resto del cielo no estaba cargado de nubes, y es curioso que lloviera justo cuando salí. Recuerdo cómo podía sentir algo intentando impedir que llegara a mi destino. Ciertas fuerzas de la naturaleza me estaban forzando a pensar que aquel paseo nocturno bajo la desolada lluvia era una locura. Una voz constante, similar a la de una madre, insistiéndome volver a casa.
Sin embargo, otra fuerza muy intensa me animaba aún con más ganas a llegar a aquel muelle mojado, simplemente para meditar. El agua, aquel día, era un ingrediente clave que potenciaría mi determinación por centrarme en pensar sobre mi vida.
Y así terminé en aquel muelle, mientras llovía ligeramente, sentado en su extremo y mirando hacia la entrada del mar, me dejé llevar mis pensamientos divisando no muy lejos la otra orilla.
Durante unas hor

La parte más significativa de aquella reflexión, fue sentir cómo hacía bien en volver a mi país y a mi ciudad (es más... debía hacerlo). Más aún, me hice la propuesta personal de no desviarme de mi camino y mis objetivos, y de conseguir sacar tiempo para reflexionar en medio de la vida acelerada que se acercaba. Una propuesta que ha tardado prácticamente dos años en cumplirse.
Finalmente, recuerdo cómo fui consciente de la relatividad de mis acciones. Me sentí feliz por no exigirme en aquel momento nada más allá que volver, y trabajar en mi nuevo proyecto de la mejor forma posible.
Es muy posible que este pr

Al volver de aquellos parajes lejanos mi vida se tornó tal y como la estaba imaginando. Continuamos según el plan. Objetivo cumplido.
No confundas mi perspectiva con la tristeza
ResponderEliminarno busco la idea de pegarme un tiro o decir q no se puede hacer nada al ver tanta mierda
Hablo desde saberse despierto(que esta totalmente al margen de soñar y ver la estela de algunas personas q pecan de personas porque son angeles, hay q trazar un paralelismo)
de estar despierto para poder hacer algo
no quiero nada con la inaniccion,
Hablo mas desde los ojos del Che Guevara
Madre Teresa
Los medicos sin fronteras
gente despierta que se asume el riezgo y la responsabilidad de saberse un pequeña gran super potencia...
Si el mundo se diera cuenta y tuviera el valor para saber que los pueblos somos una gran super potencia, otro gallo cantaria...
Un abrazo
No hablaste tú de tristeza.
ResponderEliminarMis palabras iban dirigidas para las personas que piensan/comentan/escriben como My (su comentario) .
Por cierto, me ha gustado tanto el texto que he decidido dedicarle unos comentarios en mi blog (la siguiente entrada que he posteado).